Werner Arber

Microbiólogo y premio Nobel de Medicina en 1978

<<La vida solo comienza con la primera célula funcional, que puede exigir, aun siendo la más primitiva, al menos varios centenares de macromoléculas biológicas específicas diferentes. ¿Cómo lograron ensamblarse semejantes estructuras más bien complejas? Sigue siendo para mí un misterio. La posibilidad de la existencia de un Creador, de Dios, representa para mí una solución satisfactoria a este problema>>.